CHARLA EN CANALETAS

El pasado sábado, miembros de la asociación de separados y divorciados CANALETAS, me invitaron a su sede para que les hablara de budismo. Fue un encuentro muy interesante. No me preparé nada sobre lo que hablar, ya que la invitación fue un poco precipitada, de un día para otro. Así que les hablé sobre lo que se me ocurría en el momento. De este modo resultó que acabé hablándoles de las relaciones humanas y de cómo al buscar felicidad en soportes equivocados nos encontramos una y otra vez con más sufrimiento. Les invité a disfrutar del momento presente y a valorar a los demás como iguales. Sé que son buenos consejos porque yo mismo intento practicar así, y porque he oído muchas veces a Lama Tenzing dar estos mismos consejos. Sobre todo los utilicé también porque estas actitudes no son nada sectarias, si no validas para todo el mundo. El colectivo de separados y divorciados crece cada año, en la calle suele oírse al respecto eso de – ya nadie tiene por qué soportar a nadie. Yo no entiendo muy bien esto, desde mi perspectiva pienso que la búsqueda desesperada por conseguir felicidad es la que nos conduce a fracasar una y otra vez en cuanto nos proponemos. Buscamos medias naranjas sin darnos cuenta que todos somos completos, no carecemos de ninguna mitad. El divorcio es especialmente triste y duro cuando hay niños de por medio, ellos son siempre los mas perjudicados. Aunque soy muy joven, recuerdo que antes solo se separaba la gente de dinero, hoy esto ya no es así. Creo que la separación sobre todo ha contribuido a que las mujeres maltratadas por sus maridos tengan otra oportunidad para retomar la marcha de su vida. En este caso la separación es lo mejor. Pero en otros casos, conozco gente cuyo matrimonio no ha durado ni un año, en el caso de cierto conocido, se marcho a Punta Cana de viaje de novios, a la vuelta la pareja ya no se dirigía la palabra el uno al otro. Así somos, hoy te juro amor eterno, mañana, ni te hablo.